jueves, 25 de abril de 2013

Más madera!!!!

Puede que tenga delito dormir en los alrededores de Milán y después del desayuno irse sin pasar a verlo, pero hay cosas que tienen más delito.
Parar en una colina donde está la Basilica di Superga, desde donde se divisa todo Torino y lo que queda de Italia, y no pasar a ver el centro, tambien puede serlo. Y si además le añades que para salir de la ciudad perdemos 2 horas... El delito ya es bueno. Pero seguro que hay algo que tiene más delito.
Por ejemplo, si de las 3 rutas que te da Google maps para llegar a tu destino, eliges la tercera que siempre es más larga, es un delito menor porque piensas que, después de ver en el mapa nombres como, Col de Galibier, Col de Madeleine, Alpe-d'huez o MONT BLANC!!!!, y acordándose de Los 5 Tour "legales" de Indurain o los 7 de Amstromg dopado, aunque lo veas atardeciendo y desde la autopista puede merecer la pena. ¿Nos gustaron los Dolomiti? Pues toma dos tazas!!!!

Pero el delito bueno, el que nadie debería cometer, es que el pasar por un túnel de peaje de 17 km que atraviesa un rocón enorme hasta dejarte casi a los pies del Mont Blanc, cueste la friolera de... 54 euros!!!!!!
Uuuuuuuuuuuuuu, aaaaaaaaaaaaaaaah!!!!
¿Cómo?
Así, como te lo cuento. Y no te creas que al final del tunel nos esperaban los nativos locales ofrendándonos sus vinos o quesos locales junto a un espectáculo de purotécnia, que seria lo minimo, no?.
Nada tan solo 5 min debajo de la tierra.
A unos 3 euros y pico el km. Si lo multiplicamos por los casi 10.000 km que nos hemos pegado...
Si, no te asustes, 10.000 km!!!
Nuestros cálculos de peajes de vueltas hechos trizas!!!

Bueno después de despedirnos de la bella Italia con un delito de ese calibre y salir al otro lado del túnel hablando francés, solo queda reponerse del ataque al corazón mirando las montañas nevadas con lo que queda de luz pero ayudados por la de la luna llena que aparece en un cielo despejado y refleja en la nieve. La sensación es como la dea peli de Thelma y Louise pasando por la noche por el Arches Canyon, y qué recuerdos! Momentos inolvidables, sin duda.
Puede tener delito cruzar esta brutalidad natural por la autopista sin parar a disfrutarlo, pero ya no nos queda tiempo y solo queda avanzar si queremos tirar arroz a Patri y Germán. Más madera!!!!! Más madera!!!!
Aunque, otro gran delito seria cruzar Francia de Este a Oeste por carreteras nacionales plagadas de rotondas.
No, por esa no pasamos. Pagar peaje es lo que toca.
Uno, otro,otro más... T-o-d-o es peaje si no quieres morir en el intento. Un impuesto especial para estos gabachos cuando quieran cruzar España por nuestras infinitamente mejores autopistas gratuitas, no les vendría mal.
Después de chuparnos unas rotondillas para dormir a las afueras de Lyon volvemos a coger ticket para no parar hasta Sabtander.
Si grande es Castilla, más grande y más verde es la campiña francesa. Hemos tocado el Oeste otra vez y cambiado el Mediterráneo por el Cantábrico, desde Bordeaux ya de bajada para cruzar a España.
Esta noche...merecido descanso y camita en Santander. Menos mal que mañana nos levantaremos con buenas vistas a la bahía, porque acostumbrarse a despertar viendo paisajes de furgoneta 5 estrellas engancha.

Y eso es todo amigos.

("Glosario y detalles" próxima y ultima entrada en breve)











El regreso

Nos habían dicho que no nos perdiéramos Drubovnik. Y efectivamente es una ciudad preciosa, en cuanto a pequeñas ciudades amuralladas con encanto se refiere. Con su muralla perfecta, la piedra blanca de todos los edificios de su interior y en pleno mar.
Como no, otra vez la herencia veneciana que hace que esto sea lo que es por lo que es. Muy bien perderse por sus calles y encontrarte con Madonna saliendo del Buza bar sonriéndote de oreja a oreja.
Para nuestro gusto se están pasando al ponerla tan guapa. No, a Madonna, no. Nos referimos a la ciudad.
Demasiado decorado, pierde un poco la autenticidad que tiene. Además intuimos que el turismo que quieren para esta ciudad es del tipo, "Mira que yate tengo", "un plato de ostras, please", debido a como los camareros, que ofrecen sus delicias a los turistas, no se acercan ni lo mas mínimo a dos guiris con pinta de dormir en furgoneta.
Pues a nosotros nos sonríe Madonna! Ellos se lo pierden!
Teniendo en cuenta el toque hortera de esta gente creemos que acabará con un rollo Marbellí. Pero merece la pena verlo.

Al día siguiente después de dormir en el nada recomendable "camping Solitudo" de la ciudad, emprendemos el regreso a la madre patria. Desde que llegamos a Croacia la temperatura media ha sido de 22° y sol radiante. Como la tendencia continua nos despedimos en una cala para nosotros solitos, donde SORPRENDENTEMENTE la temperatura del agua es apropiada para el baño. Pues nada, sesión nudista y a nadar.
Para avanzar rápido nos reencontramos con la autopista, que no visitábamos desde Pisa, y dormimos cerca de Sibenik.

Día siguiente carretera y manta pasando por algunos pueblos que nos perdimos a la ida, como Mali Ston y el propio Ston. Rodeados por una muralla que parte una montaña de lado a lado. La pequeña muralla china de por aquí. Son pueblos isleños que con poca actividad turística mantienen un gran encanto y están abarrotados de viñedos preparados para la cata.
Ya queremos salir de Croacia y nos marcamos la meta de Ljubljana, la capital de Slovenia. Al final lo conseguimos, sin problemas en la aduana y comenzando a llover (welcome to Europe), aunque llegamos 2 horas tarde. ¿Por qué?
Pues porque este que os lo cuenta, que siempre ha alardeado de ser, como la Carlsberg "probablemente la mejor cerveza del mundo", "probablemente el mejor copiloto del mundo"... Comete un ligero error al confundir Rupa con Pula y por lo tanto el consiguiente desvío de más de 100 km, que serán más de 200 km para enderezar el asunto.
Ejem, ejem. Cosas del directo.
Bueno, para enmendar el desliz,al llegar a Ljubljana nos metemos un platazo de comida típica (muy alemán el rollo con su salchicha y chucruct incluido) vamos, un cerdo entero pal cuerpo y solo queda hacer la digestión.

Ljubljana. Con la luz y por qué no decirlo, la lluvia también, descubrimos que esta ciudad es muy pero que muy bonita. Tiene un aire muy germano y con algunos canales nos recuerda a Amsterdam. Además se nota el orden y el cuidado en todo. Nada que ver a la tendencia mediterránea de la que venimos y eso que están pegados. También aprovechamos para ver la expo Password Printmaking que en parte organiza y comisaria nuestro amigo Javi, el Joven Martín, y en la que participa el gran artista Pedro Luis Cembranos, ósea que visita completita.
Muy bien, muy bien Ljubljana. Habrá que darles los 12 puntos este año en Eurovisión.

Seguimos!
Pagamos, porque somos muy legales, la viñeta para circular por las autovías Slovenas. Aunque la multa de Croacia la va a pagar Rita la Cantaora o el policía de la aduana en su defecto.
Vamos a cruzar Italia por otros caminos. Como nuestros expertos ruteros Manu y Yiyo nos recomendaron, nos dirigimos a los Dolomiti y a los pies de sus montañas acabamos, con vistas al lago de S. Croce.

Después del desayunofoto del lago nos adentramos en el Parque Nacional. Parece que te metes en la boca de un tiburón con las montañas afiladas como sus dientes. Lo cruzamos de sur a Norte de Belluno a Arego y después de este a oeste dirección Fiere di primira. Tremendo lugar! Es impresionante y eso que la niebla que vive en las alturas no nos deja ver todos los grandes picos que esconde. Me acuerdo de Pantani subiendo estos riscos con o sin dopaje.
Esto se merece un Espectacular, espectacular! En toda regla.
Como el tiempo apremia y queremos llegar a la boda de Patri y Germán el sábado, no podemos disfrutar más del lugar que desde la ventanillas y seguimos dirección Milán.

Parada antes de llegar a Milán en Verona.
Donde el honor de los Capuleto era amancillado por Romeo al cortejar a Julietta.
Que lugar señoras y señores. Nos reencontramos con la belleza de las ciudades italianas. No nos extraña que el señor Shakespeare se inspirará en este lugar para crear la obra romántica más universal. Una ciudad preciosa Verona y un beso en el puente di piedra atardeciendo no puede faltar.
Que pena que nos quede taaaanto camino de regreso y no poder disfrutar más de estos sitios. Pero...volveremos!





































lunes, 22 de abril de 2013

La otra cara de la moneda

Pues en Omis estábamos, no?
Bien, aquí empieza a cambiar el asunto. El sol sigue resplandeciendo, el paisaje acompaña y después de degustar la comida rápida croata en la playa, el čevapi, nos encontramos con el primer inconveniente. Una multa al canto de aparcamiento porque no habíamos puesto el ticket de la OLA croata. Eso si, solo a los guiris, el resto de locales sin ticket, distintivo de residente o similar, no la tienen. Bueno, 75 kunas, unos 10 euros no es mucho, queremos pagarla pero esta cerrado. Pues nada tiramos camino con la multa en la guantera.
Próxima parada Dubrovnik. Pero al ver el desvío a Mostar de camino decidimos cambiar rumbo a la ciudad de la que tanto oímos hablar en las noticias durante la guerra.
Fronteras otra vez para pasar a Bosnia y Herzegovina. Como esto ya lo hemos hecho estamos tranquilos.
Policía y pidiendo todos los papeles del coche. Todo revisado y chequeado, nos dice que paremos a un lado y sale de la garita con nuestros documentos desapareciendo por otro lado.
Bueno, ¿Que pasara?
Ay Madre, la multa! ¿Será eso?
Al rato aparece el tipo sin nuestros documentos, se acerca a la ventanilla y dice.
Checking! You have to pay the checking.
¿Qué? ¿Porqué?
Y nos cuenta que llevamos 6 días en Croacia y eso es mucho y que debemos pagar 1000 kunas por cabeza. Unos 250 euros!!!
Bueno, bueno!!! Que te parece.
:-O
Después de mil explicaciones nuestras y suyas y de la insistencia de que no teníamos ni una kuna en el bolsillo. El Antonio David Flores Croata que nos quería hacer el timo de la estampita, nos deja irnos diciendo que no se nos olvide pagarlo cuando volvamos a Dubrovnik.
El Maldito hijo de perra dálmata nos ha dejado tocados por el mal trago aclarándonos que de lo más corrupto por aquí sea la policía. Parece ser que eso no cambia en ningún país.
Cruzamos el control de Bosnia sin problemas. Eso mismo pasó al llegar a Croacia ¿Cómo será la salida?.

Llegamos a Mostar de noche y al mal rollo que nos ha dado el sinvergüenza de turno se une a una estampa desoladora. Cruzamos la ciudad en dirección al centro rodeados por ambos lados de la carretera por cientos y cientos de tumbas, parece que Mostar es un cementerio con una ciudad dentro.
Los edificios acribillados a balazos se mezclan con los que ya han sido o están siendo reconstruidos. Se te encoge todo pensando lo que ha pasado en este lugar.
Llegamos al Stari most, el famoso puente viejo que fue bombardeado junto con todo lo que allí había. Todo la antigua ciudadela esta reconstruida y destinada al turismo. Un digno recurso para sacar a flote esta ciudad.
Seguimos paseando saliendo de lo apañado y vislumbrando las huellas de la masacre. Sacar la cámara para fotografiarlo nos parece de mal gusto.
Bastante tocados y cansados por todos los avatares del día nos buscamos hueco donde dormir y recobrar fuerzas para enfrentarnos al día siguiente y con la luz del día, a Mostar.

La visión con el el día se hace algo menos dura al comprobar que la cuidad esta bastante más reconstruida de lo que esperábamos aunque las huellas del desastre son muchas e impactantes. Hay mucha juventud por todos lados que transmiten buen rollo, las terrazas llenas y todos tomando café. Yo también estaría contento viendo que el café está al precio de los que se tomaba el Zapatero, 0,80ctms al cambio. Los más mayores sin embargo se les nota con otros ánimos. Nada parecido a lo que se intuía en Croacia, aquí el golpe fue muy duro. De hecho los que no dejaron títere con cabeza por estas calles fueron los croatas. En fin, que después de la salida de Croacia y ver la cara de Bosnia decidimos seguir por este lado de la frontera hacia Sarajevo. A ver si nos tomamos un té con Kusturica.

Cruzamos Valles y montañas siguiendo el río. Este país es un parque natural en su totalidad. Tremendo espectáculo hasta llegar a Sarajevo.
También nos acompañan a lo largo de la carretera muchos cementerios con menos de 20 años.
Llegamos a Sarajevo, atravesamos la ciudad viendo los desperfectos parcheados en los edificios causados por todo tipo de proyectiles. Terminamos una de sus colinas que, y sin habernos percatado de camino, un cementerio. Desde allí se divisa la ciudad en su totalidad.
Bajamos al centro y nos perdemos por allí. Nos produce muy buen rollo, la verdad. Esta muy animado el tema, el viejo zoco es un preludio de la Turquía que nos perderemos en este viaje y al personal se le ve, a nuestro entender, contento. Una ciudad que resurge con mucha vida. Nos trae recuerdos de Grecia.
Se nos hace tarde y no queremos dormir en una gran ciudad por lo que tomamos rumbo al parque natural de Sutjeska, para volver de vuelta a Croacia por Dubrovnik y evitar la aduana de los timos rumbo a Mostar. Aunque esto no nos librará de cruzar fronteras.

Si el camino hacia Sarajevo nos demostró la abrumadora naturaleza de este país, esta ruta lo engrandece. Estrechos desfiladeros recorridos por los ríos de aguas casi blancas del deshielo.
Nos quedamos a dormir el en alto que dará comienzo al parque de Sutjeska al día siguiente.

Amanecemos despertados por un rebaño de libres ovejas sin pastor y con una vista espectacular desde donde se divisa el valle que nos espera. Con almendros en flor rodeando la furgo incluidos. Muy Heidi, muy Heidi.
Desayuno como merece la ocasión y a salir de Bosnia bordeando la frontera con Montenegro. Nada cambia, todo es un vergel y un no parar de naturaleza descontrolada ya matizada con el comienzo de la primavera. Bueno si, creemos que el paisaje mejora aun más que el del día anterior, este está lleno de altos picos nevados rodeados por ríos de color verde esmeralda.

Pues nada, llegamos a la frontera de Bosnia. Al ver una caseta en el otro carril y el nuestro sin caseta y con barrera levantada, pensamos que el control estará mas adelante y avanzamos lentamente.
Gritos desde la otra garita y un poli muy serio que nos para y nos hace retroceder hasta la barrera, que ahora si la baja.
- Problem, problem.
- Si, perdón es que pensábamos que...
- No, no, Big problem, big
Registra el interior de la furgo de arriba a abajo. Al hacernos abrir el cajón donde se oculta el Potty estamos tentados en decirle que meta la mano a ver si encuentra algo, pero no nos parece buena idea. Acabado el registro, me lleva a la garita y me sienta en una silla, ahí le esperan sus tres compañeros y hablan a su manera. El que parece ser el jefe me dice.
- It Is a very big problem! You have to pay 200 euros.
Si, si, 200 euros de multa por adelantarme de la barrera "abierta"1 metro.
Así esta el panorama.
Pues bien, como nos temíamos otra artimaña fronteriza la táctica fue hacer que no teníamos ni puta idea de inglés y hablar peor que los indios, si a eso le unes una actitud de penita y desesperación... El resultado vuelve a ser.
- ok, ok, next time, next time.
Y salimos de rositas de otro intento de estafa. Claro que con el mosqueo de turno por pasar otro mal trago.
Siguiente control el de Croacia. Nos harán otra jugada?.
No. Todo ok. Para entrar nunca hay problema, pero... ay! Amigo, para salir! Eso es otra historia.
Que ganas de que sean de la Unión Europea y les quiten el chollo a estos aduaneros corruptos.

























domingo, 21 de abril de 2013

101 dálmatas

Seguimos maravillados con esta costa mientras sorteamos las montañas del parque nacional de Paklenica aún nevadas y que caen al mar. Una parada en NIN antes de visitar Zadar. Nos gustan los nombres de 3 letras, porque los podemos pronunciar al contrario que el resto de ciudades.
Paraiso del skysurf mirando la isla de PAG seguidas de las altas montañas de Paklenica.
Siguente visita Zadar. Es bonito, su situación magnifica, aunque tampoco es lo que llamaríamos...espectacular. Nos llama la atención los niños jugando sobre las ruinas romanas, nos gusta ese uso. También nos llama la atención el mitin religioso a la salida de su catedral y la cantidad de fervientes seguidores jóvenes, eso ya no nos gusta tanto. La guerra que marcó las fronteras fue por causa de las diferencias culturales y religiosas principalmente.
Hasta el momento el carácter croata nos parece equilibrado. Hay un 50% de amables, un 50% de rancios y uno que sentado mirando al mar no sabemos de que va. El 101.
Las ganas de comer un pescadito se hacen realidad viendo caer el sol otra vez por las islas. El vino y el chupito de algo similar al orujo hace que circulemos poco hasta encontrar otro lugar con vistas para dormir. Turanj es el elegido.
Otro día veraniego que nos pegamos en este asentamiento,a lo Palmar, sobre los muelles que cada casita tiene después de sus jardines, algunos a destacar por sus adornos de fantasía. Después del merecido descanso seguimos ruta a Sibenik.
Esta pequeña ciudad ya tiene mejor tono que Zadar. Su casco antiguo de estrechas callejuelas tiene mucho encanto y se agradece la explotación moderada para el turista. Si además añades un par de Pivos Karlovačho disfrutando del momento, pues...espectacular, no menos.
Decidimos retroceder unos kilómetros para pasar noche en la casi isla (peninsulilla) de Murter. Aquí en busca de un camping, por imperiosa necesidad añadiendo el Potty a reventar, encontramos algunos con la barrera abierta pero en estado de abandono (suponemos que hasta la temporada alta) situados en auténticos paraísos, como el de kosirina. Una pena que las duchas no estén activas. En cambio otro en el pueblo de Tisno, antes de Murter, si parece tener vida.
Un tío muy salao nos dice que aparquemos donde queramos, que el checking mañana, mañana. Pues nada, tomorrow, tomorrow.
La historia se repite, amenacemos con vistas de ensueño. Esto empieza a ser un poco asqueroso de lo idílico que es, no?
Si, bueno, pero carpe diem!
Pues carpe diem a tope, después de que al ir a pagar escuchasemos, por parte de nuestro amigo salao, "next year, next year" it's free!
Toma ya! Nuestras necesidades higiénicas resueltas y con las mismas kunas en el bolsillo. Este tipo es del 50% majete.

Split. El buen recuerdo de Sibenik queda relegado al segundo lugar en lugares con encanto de Croacia. Al cruzar la puertas de lo que fué el palacio de Diocleciano entramos en una ciudad interior que se ha ido añadiendo con el transcurso de lo siglos sobre su creación original. Gira que te gira y mira por esa callejuela y aquella otra, entre las calzadas de piedra blanca que parecen de mármol. Alucinante lugar, qué de historia tiene.
También hay que decir que aquí, como en los anteriores Zadar y Sibenik, los apoderados del buen gusto, los comerciantes Venecianos, tienen mucho que ver, ya que en su dominio de esta costa dejaron la huella de su estilo en sus construcciones.
Una tarde muy bien echada por las calles de Split que finaliza después de comernos algo innombrable por su gramática. Una especie de porra aplastada con Nutella. ¿Alguien se puede resistir al olor a churrería?.
Acabamos haciendo noche a pocos kilómetros, en Omis. Pueblo custodiado por las montañas del cañon que deja camino al río que allí desemboca y donde, one more time, las vistas al puerto nos esperan a la mañana.























jueves, 18 de abril de 2013

Los comienzos en Dalmacia

Pasaportes preparados, interior furgo lo mas organizado posible, respuestas a preguntas sobre destino, donde nos alojaremos y cuantos días estaremos, perfectamente coordinadas.
Nos toca el turno, control pasaportes correcto, siguiente paso hasta un tipo bien uniformado que nos dice algo en bárbaro. A nuestro inglés nos responde en bárbaro y ya por gestos adivinamos que nos esta diciendo que abramos la furgo. Un vistazo superficial, un gesto de indiferencia absoluta y en bárbaro otra vez y con la manita entendemos que tiremos pá delante.
Fronteras? Después de lo interrogatorios de los franchutes estos como pasar la barrera de parking del hipercord.
Ya estamos en Croacia. Como nuestros expertos amigos furgoneteros nos han metido el miedito en el cuerpo sobre que esta prohibido dormir fuera de un camping y que eso conlleva su oportuna multa, decidimos por esta noche seguir su consejo para ver con la luz del día la posibilidad de hacerlo sin acoquinar.
De camino al aposento cientos de vallas al borde de la carretera anunciando resorts de vacaciones y hoteles (principalmente en germano), el diseño de estos ya nos aclara la estética años 70 que nos acompañara por aquí. Primer ejemplo de ello la recepción del camping cerca de Proveč. Hay que pensar que esta costa de la antigua Yugoslavia iba a ser la nueva costa del sol antes de la guerra, de hecho ya lo empezaba a ser porque se aprecia un despliegue turístico importante de antes del lío. Al pararse el tiempo con la guerra el toque ochentero se mantiene y ahora la expansión del negocio turístico es imparable. Megaretrocamping el de Lanterna pá nosotros solitos.

Al día siguiente avanzamos hacia Rijeka, de camino confirmamos la tendencia a la explotación turística que no es para menos con la costa que tienen y solo hemos visto el principio.
Rijeka es la primera gran ciudad que nos encontramos. Un paseo por el centro nos enseña algunas huellas de la guerra en algunos edificios, la estética de los interiores de muchos comercios, cafés o restaurantes, también nos aclara que en el parón de la guerra la evolución estética también lo hizo. A nosotros nos encanta porque nos hace sentir como en los 80 y ya sabemos que los recuerdos de la infancia son los mejores.
Según avanzamos por los pueblos de la costa la nostalgia de cuando viajabamos seis en un renault 5 crece. El minigolf!!!! jajaja, que debía estar en pleno apogeo antes de liarla parda, esta por todos lados. Sólo faltan Tito, Piraña, el chanquete y la tarta al whisky y ya estamos en verano azul.
Los modernetes gafapastas amantes de lo retro se podían venir a vivir aquí en vez de ir de guays haciendo cosas retro para parecer más modernos.
Aunque hay que decir que este país esta más que europeizado aunque mantiene un punto autentico. No sabemos lo que durará y quizás en pleno verano no nos lo parecería. Es una pena que se vayan a meter en la UE, no saben la que les viene encima.
Acabará siendo una provincia alemana destinada a las vacaciones al estilo de Mallorca. Bueno, un poco empieza a ser, viendo todos los reclamos traducidos al Germano.
Nos solidarizamos con la proclama "podrzimo odrzivo ribarstvo" de la pancarta que se aloja en el Arctic Sunrise amarrado en el puerto y acabamos durmiendo con vistas al Adriático en el aparcamiento al borde del mar en Krk, la ciudad que da nombre a esa isla (una vez bien seguros que lo de las multas o pagar por aparcar lo dejan a partir de Junio y ahora no hay problemas, o eso nos parece). Nosotros por la absoluta incomprensión de este idioma bárbaro, decidimos llamarla karraka.

Si un pato español viese la trasparencia de estas aguas, habría una migración de escándalo y nos quedaríamos solo con gorriones. Que agua señoras y señores!
Sólo un pequeño detalle...aquí El David Meca moriría de congelación a la décima brazada, por lo menos en estas fechas. Así como te lo cuento, tan cristalino como estas aguas.
22°, mar, toalla y bocata al sol. Primer baño consiguiendo dar 5 brazadas y casi muero en el intento pero el frescor de luego dura para superar el calor estirado en las rocas. Solo les faltan playas, pero todo no se puede. Esas nos las pedimos nosotros.

El viaje se torna mas veraniego desde que estamos en Croacia, cambiamos las visitas artísticas por el saludo al sol. Tirarse a pensar en nuestras cositas sin ningún quehacer que lo impida también es un objetivo del viaje.
Seguimos ruta hacia Zadar y el paisaje sigue mejorando mientras cae el sol, viendo, probablemente, uno de los más espectaculares atardeceres que este par haya visto hasta ahora, cuando la carretera con caída libre al abismo del mar se eleva por las montañas que lo bordean, llegando a Karlobag para caer en el edredón.